Cada pareja desea demostrar su romanticismo de forma espectacular, busca como tenerlo y mantenerlo, al principio las constantes llamadas con variadas expresiones de cariñitos, los besos apasionados, los regalos, las sorpresas, los roces, en fin, todo es estupendo. Vemos como cada uno escoge el modo con el que se siente más identificado y lo aplica para mantener esa pasión con su pareja, ¿Qué expresiones definen nuestra relación?, ¿Con qué nos sentimos más a gusto?, ¿Qué nos gustaría?
Definitivamente todas soñamos con nuestro historia idílica llena de romance, aun cuando seamos algo frías o rudas cuando se trata de cuestiones de amor, debemos confesar que soñamos con el cuento ideal. No se puede evitar vemos todas esas películas con el hombre perfecto, con las palabras perfectas y en las situaciones más maravillosas, que nos es imposible no soñar.
Así que no solo nos condiciona nuestra personalidad, el ambiente en el que crecimos, nuestra pareja, sino también como hemos estado alimentando nuestra mente, por eso es que estas películas son tan encantadoras, apelan a nuestros deseos más íntimos e intensos y nos hacen desearlo aún más. Por ello a veces dejamos de disfrutar esas pequeñas cosas que son realmente significativas, esperamos algo grande e inspirador, que nos haga sentir especiales.
Pero si tenemos a un hombre al que podemos coger de la mano, dar o recibir una caricia, dar o recibir un inesperado halago, eso es realmente significativo, démosle el valor a las pequeñas cosas que se la merecen. Y si aún esa pareja no ha llegado, consintamos al ser más especial, nosotras mismas, así cuando llegue ese hombre no perfecto, viviremos nuestra historia no perfecta, pero lo suficientemente romántica y consentidora para los dos, y de vez en cuanto tendremos en nuestra vida, un episodio de película.
Así que no solo nos condiciona nuestra personalidad, el ambiente en el que crecimos, nuestra pareja, sino también como hemos estado alimentando nuestra mente, por eso es que estas películas son tan encantadoras, apelan a nuestros deseos más íntimos e intensos y nos hacen desearlo aún más. Por ello a veces dejamos de disfrutar esas pequeñas cosas que son realmente significativas, esperamos algo grande e inspirador, que nos haga sentir especiales.
Pero si tenemos a un hombre al que podemos coger de la mano, dar o recibir una caricia, dar o recibir un inesperado halago, eso es realmente significativo, démosle el valor a las pequeñas cosas que se la merecen. Y si aún esa pareja no ha llegado, consintamos al ser más especial, nosotras mismas, así cuando llegue ese hombre no perfecto, viviremos nuestra historia no perfecta, pero lo suficientemente romántica y consentidora para los dos, y de vez en cuanto tendremos en nuestra vida, un episodio de película.